26 de abril de 2010

Vive latino, día 1

Aquí un pequeño reporte del día 1 del vive latino.

Bocafloja: al parecer la actividad del escenario azul comenzó antes de lo previsto, ya que a la hora que marcaría medio setlist de Bocafloja este ya había terminado, así que solo alcancé a escuchar una última improvisación antes de que se despidiera.

Thermo: yo recuerdo que esta banda era energética y rayaba en lo furioso, ahora veo que se han puesto a leer sobre Lucio Cabañas y enarbolan un sentido de protesta y unidad acompañados de trompetas. Un extraño cambio a mi parecer, no sé qué pensarán sus fans. Curiosamente sus 2 últimas piezas de antaño sonaron lentas y sin emoción.

Francisca Valenzuela: corto pero notable set de Fran, frente al piano esta mujer impone más allá de los piropos sucios que le puedan gritar. Ya era hora de que se volteara a ver a artistas como esta que ofrecen frescura y agradables composiciones. Agradables temas como Peces, Dulce y Muleta entre la frescura de la tarde en el escenario rojo, el del polvo y el pasto.

Salón Victoria: ocupando el lugar dejado por Ataque 77, setlist para fans, no les quedó grande el escenario principal y tuvieron buena respuesta de la gente, cerrando con Sol de medianoche. El año pasado en el escenario rojo pude disfrutarlos mejor, hoy a la distancia compruebo que la conjunción de swing, big band y ska de esta banda me agrada bastante, más allá de repetir la misma demagogia libertaria, Salón puso a bailar a gusto al respetable.

Calexico: de lo mejor del día con su espíritu western e influencias mexicanas, entre la gente el agradable tío-abuelo del tecladista disfrutando los acordes de esta banda, cuyas trompetas daban una imagen mental del rudo desierto, su calma y esencia. Fue muy bueno que trajeran a esta banda aunque tal vez a mucha gente no le interesó, pero los que estábamos ahí lo disfrutamos, incluida esa versión de Love will tear us apart de Joy Division.

Lebaron: esta banda es de las pocas locales que tienen un sonido diferente, que no pretenden hacer fiesta, sino brindar música emotiva con un concepto muy simple. Sin gran faramalla tocaron canciones del nuevo disco próximo a salir, sin dejar atrás las ya conocidas Inmóvil y Exilio, perfecta para cerrar su actuación y calmar la tarde.

Mago de oz: no me declaro fan de esta banda ni de su concepto aunque lo respeto, ya que musicalmente son unos profesionales y saben lo que hacen, y sus fans lo disfrutan.

Silverio: su majestad llegó con toda la actitud de destrozar el polvoso escenario rojo, pero la gente al parecer cansada por la larga jornada ya no daba para más, al compás de sus acostumbradas mentadas a la gente y su irreverencia al golpear ese sampler una y otra vez, el ídolo recibió hasta un muletazo: te adoro cabrón, le dijo al responsable.

Una improvisación con Chaly Montana y un reaggetón con exuberantes modelos moviendo el trasero al más puro estilo de Silverio, que tal vez en contra de todo pronóstico, atascó el escenario rojo para despedir a parte de la gente que ya se retiraba.

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