31 de diciembre de 2010

21 de octubre de 2010

Crack crack crackity Jones, Pixies en México

Pocas veces me he sentido afortunado por estar en un concierto, esta vez lo fue, éramos pocos y Pixies salió a tocar con la misma intensidad que si fuéramos 30 o 30 mil. Bone machine fue el primer esbozo de lo que se avecinaba, Wave of mutilation y su gran inicio fue el respiro necesario del stress de la semana laboral.

Una noche antes me había tocado trabajar en un concierto totalmente opuesto, donde los colores, las coreografías, las pistas musicales, y hasta parecía, el playback. hacían de un show maquilado con demasiado presupuesto y poco feeling un éxito instantáneo, la gente gritaba por un regreso, los Pixies vinieron por primera vez, no estuve ahí, sino hasta la segunda noche de su historia en México.

The holiday song fue alegría instantánea, la gente estuvo de pie desde el principio, Nimrod´s son una buena catarsis al gritar: “you are the son of a motherfucker”. Here comes your man fue un buen recuerdo de los días en la preparatoria, de aquellos mixtapes que se perdían al prestarlos. U-mass fue inesperada, algunas miradas de Black Francis a la gente, sonrisas de Kim Deal, los solos perfectos de Joel Santiago, y un discreto pero efectivo David Lovering en la batería.

Debaser y su energía seguían con la euforia en el ya posesionado teatro, que aclamaba cada canción como si fuera la primera. Crackity Jones hubiera estado buena para armar un pequeño slam entre las butacas, pero el asunto era seguir escuchando, please forgive me José Jones.

De nuevo la euforia con Mr Grieves y los histéricos gritos de Francis, que parco y serio solo se dedicaba a tocar, tomar agua y secarse el sudor, sin emitir comentario alguno. (My) Velouria y su gran introducción fue otro respiro de domingo de octubre, Dig for fire hizo que el escenario se tiñera de rojo, Allison feliz como sabe serlo, Break my body fue sombría, y Monkey gone to heaven gloriosa, más en ese momento en el que Francis dice “if the devil is six…” y el escenario luce rojo como el infierno, todo se ilumina con luz blanca cuando canta “then god is seven”.

No.13 girl sonó agradable con ese coro en inglés y español, Kim Deal seguía repartiendo sonrisas y saludos tímidos, Caribou sonó exactamente igual que en el disco, incluido el inolvidable coro que la gente repetía a pesar de no alcanzar el tono. Llegó el turno de David Lovering de tomar el micrófono e interpretar La la love you, y los silbidos se escucharon, quiero imaginar, hasta la calle de Independencia.

Something against you fue poder absoluto, el escenario estalló en luces blancas con cada golpe de la guitarra y la batería. Broken face fue otro brote de alegría necesaria antes de comenzar otra semana de octubre. Isla de encanta fue de lo mejor de la noche, las voces diferentes se hicieron una sola con este inolvidable coro: me voy me voy me voy.

Tame y la furia que a veces prevalece en la música de Pixies, y ese rabioso carraspeo de Francis, y su respiración dislocada, como perro hambriento de venganza. Una más del Surfer rosa: River Euphrathes y después otra gloriosa canción del Doolittle: Gouge away, you can gouge away, stay all day if you want to, así lo queríamos muchos, permanecer con Pixies hasta que rompieran el récord de 33 canciones en Chile, cosa que no sucedió.

Hey dio paso al momento más grande de la noche: Vamos, y su energía y pasión, y su oro que invita a dejar todo e ir a jugar por la playa, la gran ovación de la noche fue para estos 4 que ya se habían tardado en venir, y que espero que después de tantos gritos, señales de aprecio y admiración desbordada regresen más seguido. Nunca escuché al teatro Metropólitan desbordarse en júbilo de esa forma.

Where is my mind fue emoción para algunos e indiferencia para otros (hasta los Lobos la cantaron), Gigantic fue la perfecta descripción de la noche, y después de la insistencia por escuchar aunque fuera una más, regresaron a tocar Planet of sound, los gritos no cesaban, la impresión quedó grabada en Black Francis que minutos después puso en su cuenta de twitter: You know what? I fucking love Mexico!.

Pixies dejó un gran recuerdo, por este fin de semana que se fue entre el trabajo y la espera por verlos, porque estar ahí fue para mí una recompensa, lo mejor que hubiera imaginado, eso creía hasta que Black Francis literalmente me diera sus 5 después de decirle: great show. Cosas como esa jamás se olvidan, noches como esta mucho menos.

18 de octubre de 2010

Aquel hermoso día, Arcade Fire en México

(El camarada Ricardo Marin alias @reecardough nos comparte su visión de Arcade Fire, detalle que agradecemos.)

Sí, quizás esta reseña sea exactamente igual a todas las demás que leerán, pero es inevitable escribir algo como esto con la más cruda sensación de malestar al saber que el concierto no duró como hubiéramos querido y que, al mismo tiempo, lo dieron todo y no se pudo haber pedido más. El sentimiento complicado que todos sentimos al ver a nuestra banda favorita.

El pasado 13 de Octubre será un día que, en las palabras de Win Butler, nosotros tampoco olvidaremos en mucho tiempo. Arcade Fire no paró al subir al escenario, fue un concierto increíble, las palabras sobran (algo paradójico, ¿no?). Para escribir esto veo el setlist tratando de guiarme y se ve pequeño a comparación de cómo estuvo en verdad el concierto; el setlist funciona igual que ésta reseña. Nadie les podrá decir con toda emoción cómo estuvo el concierto de Arcade Fire porque sería imposible, para saberlo tendrían que estar ahí. Sin embargo, soy muy terco y lo intentaré.

Mi boleto decía Sección C-17. Fila J. Asiento 12. Estaba asustado, nunca había ido al Palacio de los Deportes y temía que desde ahí no viera todo o se viera feo y lejos, estaba equivocado. El lugar era excelente pero, por supuesto, con su debida distancia que hubiera preferido no tene; a pesar de la distancia, feliz era yo. Al perder la posibilidad de facebook, twitter y sus derivados en mi escuela (y no checar una computadora en todo el día), no tenía idea de la falta de Calexico en el programa. En vez de eso un saxofonista llamado Colin Stetson hizo el trabajo. Lo hizo muy bien, pues no es fácil hacer que toda la audiencia te logre aplaudir y hacer caso. Claro, no faltaron los que no se callaron, se movieron de un lado a otro y… los que chingan, ¿me entienden?.

Se apagan las luces, se oye el gritote del público y el wey de enfrente no me deja ver, en ese orden… como siempre sucede. Se prenden unas luces y unas figuras con cabello largo suben. Arcade Fire estaba en el escenario: Regine, siempre linda, amable y efusiva; Win, imponente y superfrontman; Will, una cabra loca; Richard, indescriptible y chingonsísimo y bueno, ustedes me entienden. Me esperaba que comenzaran con Ready To Start y fue un inicio excelente. Seguir con Keep The Car Running igual fue una muy buena opción, pero alguien acláreme algo: en la pantalla que tenían atrás proyectaban imágenes de carretera y por un momento sentí como si fuera una mexicana, ¿estoy bien? O ya de plano, ¿estaba bien estúpido? No me sorprendería la segunda.

No Cars Go fue la primera que verdaderamente hizo que eso que los franceses llaman un pequeño “je ne sais pas” se encendiera en todos nosotros. “Between the click of the light and the start of the dream” son líneas que a la fecha no me puedo sacar de la cabeza. Haiti nos dijo lo que muchos ya sabíamos: la voz de Regine quizás se oiga diferente al disco, pero vaya que le pone lo suyo, y en el final dio toda la potencia que ésta puede dar, algo verdaderamente sorprendente. Sprawl II es la perla del nuevo disco y su presentación fue una acción reconfortante. Modern Man, Rococo y The Suburbs, bien interpretadas, particularmente The Suburbs y Modern Man.

Al tocar ésta última, la pantalla proyectaba a un Win Butler sencillo, dedicándose a tocar una canción que al parecer no es de las preferidas de los demás… tristemente.

Después de las canciones anteriores, vino el bloque mas partemadres que se me puede ocurrir. Comenzaron con In The Backseat, canción con la que he llorado infinidad de veces y que canté con todo lo que pude, inevitable y sumamente hermoso, jamás de los jamases hubiera pensado oír ésta canción en vivo. Sigue Intervention, la primera canción que oí de Arcade Fire y en mi top 3 de favoritas si, una presentación digna de la hermosa canción. Crown Of Love, haciendo llorar a más de la mitad.

Neighborhood #1 (Tunnels) creo que es la que mas esperaba de la noche, mi canción favorita, la mejor canción que he visto en vivo. En estas cuatro canciones mi piel no dejó de enchinarse, fenómeno curioso.

We Used to Wait… la verdad no me gusta mucho, pero la tocaron fenomenal y no la hubiera cambiado. Y luego el otro bloque partemadres: Neighborhood #3 (Power Out) y Rebellion. Ese salvajismo que caracteriza las presentaciones energicas en vivo de Arcade Fire ya se había hecho presente, pero con estas canciones sólo se ahondó y nos hizo ver a esa banda que rompe madres en el escenario.

Encore, el piso de la sección C tiembla por los pisotones rápidos y estruendosos que dan los asistentes ansiosos de más Arcade Fire. Regresan y tocan Month of May, a mi parecer una canción que no trasciende pero que de la misma manera es muy bien presentada y tampoco la hubiera cambiado. Win anuncia que la siguiente es un cover de The Smiths y así comienza Still Ill, un cover genial. Para rematarnos a todos, Arcade Fire se despide con un himno: WAKE UP. Creo que no pudo haber mejor manera de cerrar, Wake Up es todo lo que un fan quiere escuchar y más. Manera épica para cerrar un concierto clave en nuestras vidas.

Al terminar el concierto y salir del palacio, la euforia era presente y más que notable; creo que no hubo ni una persona que no le haya gustado y se haya sentido muy bien viendo a esta fenomenal banda. Sí, quizás unos le cambiarían algo al concierto (incluyéndome), pero el concierto al fin sació esa iracunda necesidad que teníamos de ver a esta banda que tanto tiempo nos dejó esperando y, aún así, la brevedad que nos da un concierto fue mas que suficiente para poder estar tranquilos.

Algunas conclusiones:

•Will Butler es una maldita cabra loca. Ya sea moviéndose de un lado a otro con un uno de los toms, tocando teatralmente el pandero o aventándose de un teclado a otro en Power Out, Will Butler resulta ser el mas alocado de todos

•Regine tiene la voz y personalidad mas dulce que he visto en el escenario

•Si In The Backseat no te enchinó la piel no eres humano.

•Win Butler es un excelente frontman; acercándose continuamente al público, dándoles su guitarra (quitándoselas después claro está).

•Me doy cuenta que es imposible ser integrante de Arcade Fire si no tocas 5 instrumentos, mínimo.

•Cuando sea grande, quiero ser como Richard Parry.

•Aplausos a los demás integrantes.

•Nada como Neighborhood #1 (Tunnels). NADA.

Espero hayan estado ahí para recordarlo. Si no, espero también vuelvan.

Fotos
PNACHO

3 de octubre de 2010

Metal birds falling, A silver Mt Zion en México

1 de octubre de 2010, Teatro sin nombre

Fotos: Diego Figueroa, al cual agradecemos su amable colaboración.

Puedo contar con los dedos de una mano las oportunidades que he tenido de ver bandas como esta en vivo, que basan su sonido en la simplicidad de los instrumentos, dejando los grandes escenarios y presupuestos a un lado, ocupando pequeños espacios para grandes momentos, reuniendo a poca gente que entiende qué es lo que escucha.

El anuncio de A silver Mt Zion parecía una broma, hasta que se anunció el lugar, hasta ahora desconocido, y la fecha, a partir de hoy recordada. La primera noche de octubre y su luna esperada, el frío ideal para la ocasión, una exhaustiva revisión a la entrada, Madhatter haciendo bien lo suyo.

La banda salió a un escenario oscuro, sin alguna luz de colores que distrajera los sentidos o su ejecución, sin elementos de sobra, solo 2 violines, un cello, un a guitarra y las voces. Efrim Menuck saludó a los presentes y comenzó el recital con I build myself a metal bird. El sonido era impecable, y la ejecución perfecta. Era increíble cómo es que tan pocas personas en escena pudieran crear atmósferas tan implacables.

Los violines poco a poco se adueñaban del ambiente, la batería era un buen complemento, Thierry Amar comenzaba con densos acordes al inicio de I fed my metal bird the wings of other metal birds. Sucedió una cosa interesante entre canciones, Efrim Menuck animaba a la gente a hacerle preguntas, cosa que nunca había visto en un concierto.

No recuerdo muchas preguntas, solo respuestas y comentarios de Efrim: las aves como seres maravillosos, que era fan de los Rolling stones, que los músicos son cobardes y que le resultaba extraño que en nuestra ciudad hubiera tantos policías. También aclaró el mito de Wanda (que en efecto era su perro y que falleció), y sobretodo se mostró agradecido con la gente y como cómplice de aquellos que querían callar a gente que no dejaba de hablar diciendo “Shut the fuck up people”.




Después sonó la maravillosa There is a light, a mi gusto la canción que mejor sonó esa noche, desde su climax orquestal hasta su conclusión con voces que se van apagando poco a poco. God bless our dead marines y los violines de Jessica Moss y Sophie Trudeau dando un ritmo de baile pagano. La voz de Efrim, diferente pero profunda, las pausas, y sobretodo el mensaje: when the world is sick, can´t no one be well?, but i dreamt we was all beautiful and strong.



Black waters blowed/engine broke blues fue otra muestra de intensidad y perfección, 1,000,000 died to make this sound como un himno a los que se han ido por diferentes razones. Los presentes nos quedamos con las melodías y con el mensaje de Efrim: take care of each other and for fuck's sake take care of yourselves, that's the most important, take care of yourselves.

La noche terminó con Microphones in the threes, ya había pasado mucho tiempo, minutos que se fueron volando, música que quedará en las mentes de los presentes, aquellos que silenciosos e inertes disfrutaron cada acorde y el mensaje vocal y musical de estos extraños y ajenos que por una noche fueron nuestros amigos más cercanos.


1 de octubre de 2010

I traveled half the world to say…

Muse en Wembley, viernes 10 de septiembre

(Nuestra amiga Alejandra comparte su experiencia, lo cual agradecemos infinitamente)

Más que un viaje planeado fue un viaje rescatado, luego de que Mexicana de Aviación me había vendido un boleto baratísimo a Londres, un mes antes del concierto anuncian que se suspenden los vuelos. Luego, British Royal Mail no me hace llegar mi entrada para el concierto de Muse el pasado viernes 10 de septiembre, a pesar de que lo pagué hace casi 1 año.

Qué calamidad. Reclamo y dice la empresa de venta de boletos ‘I’m afraid you won’t be able to attend your event’. Y casi a manera de burla, el boleto llega el día que me voy a Londres, así que lo tengo que recibir en mi hotel por Fedex. Al final me las arreglé para rescatar mis vacaciones e ir al concierto en Wembley que Muse vendió por completo en tan sólo unos días en noviembre del año pasado.

Apertura de puertas: 4:30 de la tarde. Llego a las 5:30 pm, luego de un trayecto un tanto accidentado en el metro de Londres que me recuerda al metro de la ciudad de México en horas pico. Estación Wembley Park, todo mundo va hacia la salida del Olympic Way que te lleva directo al estadio que le diera cabida al concierto que Muse plasmaría en un DVD en 2007, The HAARP Tour: Live from Wembley.

Entre los fans hasta el tuétano que conozco, es un sueño ir a un concierto en Wembley y yo por fin lo estaba haciendo realidad, una cosa menos en la lista por hacer antes de morir. Sí, soy una freak de la música y de Muse y no me apena reconocerlo.

Largas horas de espera, Muse está anunciado hasta las 8:45 pm. Con puntualidad inglesa, en su ‘cancha de local’, algunos minutos antes del cuarto para las nueve, se apagan las luces y aparecen marchando en fila unos entes con las caras enmascaradas y carteles a manera de protesta que rezan ‘They will not force us’, ‘We will be victorious’, ‘They’ll laugh as they watch us fall’, ‘Injustice is the norm’, entre otras frases que el trío devoniano menciona de manera casi sistemática en muchas canciones que hacen alusión al nuevo arreglo del orden mundial, teorías de conspiración e injusticia social. Suena ‘We are the universe, observing itself, we are the universe, destroying itself’. La emoción nos invade, el grupo sale y se acomoda en sus lugares.
Acto seguido, la explosión de energía característica de las canciones para el opening: Uprising, vale la pena haber viajado en teoría 13 horas en dos aviones que se convirtieron en casi 24 en la práctica contando las conexiones, retrasos y husos horarios.

Todos brincan y comienzan las ovaciones, casi plegarias a Matt Bellamy y la genialidad que muchos se niegan a aceptar, el canto a ‘grito pelado’ y la vista impresionante de un estadio con 90,000 localidades ocupadas por completo.



Bellamy alienta a todos a cerrar el puño y levantarlo en señal de protesta a cada ‘hey!’ mientras suena aún Uprising. ‘Hey!, hey!’, acompañado del riff de la Manson negra con kaoss pad.
Sigue Supermassive Black Hole del Black Holes and Revelations, polémico por su sonido electrónico. Hay gente ahogada de borracha tarareándola. La euforia se desfoga a como dé lugar.

New Born, de mi disco favorito, el Origin of Symmetry empieza a sonar con el piano que me provocó entre suspenso y angustia cuando la escuché por primera vez y el riff que me hizo preguntar a un músico qué diablos era un riff. Genial, increíble... Está mal que lo diga pero me provoca querer vandalizar un carro con un bat de beis cada vez que la oigo. En vivo, incomparable.

Una pausa a mi emoción llega cuando se empieza a oír Neutron Star Collision (Love Is Forever), la última sorpresa por su colaboración con ella en una de las películas de Crepúsculo, durante la que algunos enamorados aprovecharon para hacerse arrumacos. ‘Esto no es Muse’, pienso.
Butterflies & Hurricanes, donde aparece ese solo de piano al minuto cuatro que hace que muchos movamos los deditos como reproduciendo simultáneamente ese sonido; Guiding Light, donde ignoro el llanto de alguien que al parecer recuerda a otro ‘alguien’ que probablemente no está ahí.
Luego Interlude, se luce Chis Wolstenholme con su habilidad en el bajo y su conocida maestría en distorsión llega con la explosión de Hysteria. Headbanging involuntario de todo el mundo.

Nishe, una buena canción no necesita de una letra pegajosa para serlo. Esta vez quien lleva el ritmo es Dominic Howard al compás de su batería. Un remanso, un descanso…



United States of Eurasia (+ Collateral Damage), con su final ‘Chopinesco’ y acordes como salidos de un cuento árabe que nos sorprendieron cuando la banda fue revelando fragmentos por separado de la canción cuando se estrenó por internet.

La sorpresa de la noche, MI sorpresa: I Belong to You (Mon Cœur S’ouvre à Ta Voix) que no creí escuchar en vivo jamás y letra que canté a grito pelado: ‘I traveled half the world to say you are my Muse’, decía yo literalmente.

Luego viene Feeling Good, que tiene el ‘superpoder’ de poner de buen humor a muchos, MK Jam, que abre la puerta a Undisclosed Desires, alegre y un tanto fresa tocada con la keytar de luz neón, Adagio in G minor, utilizada recientemente como intro para Resistance, algo cursi, confiesa una personita que querría poder pensar en alguien mientras la canta. ‘Love is our resistance’.

Starlight, la delgada línea que separa lo que los chicos duros llaman poser del verdadero fan, donde Dominic ya casi por costumbre pide al público encender sus celulares para iluminar el estadio; pero qué diablos, hasta Bellamy tuvo un corazón enamorado o destrozado y no teme a expresarlo en sus letras.

Casi muero al oír algo que se escucha como House of the Rising Sun, pero sólo es un riff para presentar Time Is Running Out. Aparece después el riff Power of Soul, antesala a una de esas canciones potentes que todos amamos de Muse, Unnatural Selection, simplemente increíble en vivo.

Canción número 18 de un setlist más bien largo, Soldier’s Poem, con su ‘there’s no justice in the world’, con la que reflexiono y reservo energías para un final tan espectacular como el escenario y su tamaño XXL: Exogenesis: Symphony Part I: Overture. ¡Hey, escépticos!, 90,000 personas vimos un ovni sobrevolando el estadio de Wembley y tengo fotos que lo prueban. Espectacular, perdón mi corto léxico: espectacular.

Se aproxima el final con Stockholm Syndrome y amo la potencia de la batería de Howard quien vuelve a decir quién manda, al menos durante esta canción, luego dos riffs, el School y Endless Nameless, porque variedad hay entre 49 riffs y jams documentados, para luego ir un momento backstage a refrescarse y dar una pausa a miles de pares de pies cansados de tanto saltar y miles de gargantas de tanto cantar y cuellos casi contracturados con tanto headbanging, pero nosotros, su público fiel saca fuerzas de flaqueza para corear Take a Bow y ver el juego de luces de colores y pantallas con las caras de los fans que cambian al ritmo de la canción. Ahora regresa el Muse que todos queremos, con Plug In Baby con ese comienzo casi extático de Matt y la Manson glitter roja y energía que se mantiene a tope durante escasos 3 minutos y 39 segundos.

Ahora sí, aplausos e inicia Man with a Harmonica, que se encarga de anunciar el verdadero final con Knights of Cydonia, favorita de Bellamy para tocar en vivo porque sabe que exprime hasta la última gota de energía de su público. La pantalla detrás de mí dice ‘No one is gonna take me alive, time has come to make things right’, que termina con una noche que esperaba desde hacía mucho y que se fue como agua entre los dedos antes de las 11 de la noche en un Londres de clima bochornoso pero de energía a mil, como es costumbre con los que han cambiado mi manera de escuchar música, de apreciarla, de involucrarme en ella y que corona mis vacaciones haciéndolas las reinas de todas porque vi a la banda que siempre gana los premios como mejor grupo en vivo y que colabora con decenas de canciones en el soundtrack oficial de mi vida. Una cosa menos en la lista antes de morir, insisto.

31 de agosto de 2010

Reseña tardía: Smashing Pumpkins en México

Smashing Pumpkins, MTV Worldstage México, Auditorio Nacional, 26 de agosto 2010

Todo comenzó de la mejor forma, con Billy Corgan cantando la primera estrofa: “Today is the greatest…” y Smashing Pumpkins daba la sorpresa al ser la primera banda de 3 que se esperaban.

Astral planes fue un esbozo de lo que es el Teargarden By Kaleidyscope y que tal vez no llamó mucho la atención del público presente, por lo menos no tanto como Ava Adore, otro recuerdo de aquellos oscuros Pumpkins de la era posterior al Mellon Collie and the Infinite Sadnes, la época que los trajo por primera vez a nuestro país a tocar, en palabras de Billy, en un lugar que parece una pelota de golf.

La accidentada conferencia de prensa un día antes, y las fotos de Billy y compañía en Teotihuacan y la basílica de Guadalupe mostraron que existe un vínculo entre Corgan y este país, que como refirió, es como todos los países del mundo: tiene sus malas situaciones y sus buenas costumbres y tradiciones que permanecen.

A song for a son fue interpretada maravillosamente, con el coro que advierte que no todo está perdido: “i am one of many, many more to come”. Otro clásico de la banda, Bullet with butterfly wings y la muestra del rock crudo que aun profesan los Pumpkins sea cual sea la alineación, y esos solos de guitarra detrás de la voz que complementan el gran final de esta canción.

Eye fue la sorpresa para los fans, la canción incluida en el soundtrack de Lost Highway apenas fue incluida en su reciente repertorio y resulta grandioso escucharla, ya que es de esas piezas que sobresalen en el vasto catálogo de la banda.

United States dio paso a la improvisación, emulando a Hendrix al interpretar el himno de los Estados Unidos forzando el silencio de su guitarra y tocando con los dientes, para después con el riff de Moby Dick de Led Zeppelin guiar a su joven baterista Mike Byrne a hacer un notable solo de batería.

My love is winter fue otra muestra de los nuevos Pumpkins, Jeff Schroeder que ya se ha vuelto el guitarrista de confianza de Corgan y la hermosa Nicole Florentino, recién reclutada para sustituir a Ginger Pooley. Una versión más eléctrica de Perfect y Corgan cantando una parte en español, sonriendo al tratar de hacerlo y al notar su fallo.

Cherub rock fue un gran momento de la noche para aquellos “old smashing pumpkins fans” que recordaron el inicio del Siamese Dream. That´s the way my love is retomó el afán de actualidad Pumpkin y Tonight Tonight era una de las que todos esperaban, sonó mucho mejor que las veces anteriores que han venido, detalle que agradezco, porque esta canción me marcó como a muchos, en todas sus versiones, a la par del video y por supuesto escuchándola en vivo.

Stand inside your love fue otra gloria sentimental, y Tarántula el pesado y aparente final de la noche, hasta que Corgan volvió a salir con guitarra acústica para interpretar una parte de Disarm antes de que fuera interrumpido por luchadores de la AAA en un claro ángulo planeado, como se acostumbra en la lucha libre.

Hernández, Alex Koslov y Decniss, parte de la facción conocida como La legión extranjera invadieron el escenario e increparon a Corgan, al cuál le dijeron que su música era basura.
Corgan respondió diciendo que no sabía quienes eran y que se largaran del escenario, cosa que molestó a los gladiadores, Hernandez tomó a Corgan y le aplico un cruifix power bomb. Inmediatamente aparecieron los técnicos para ayudar a Corgan, y cual función de lucha libre, La Parka, Xtreme Tiger y El Mesías salieron a defender a Billy, el cual jamás mostró flaqueza contra los luchadores.

Billy Corgan había participado en funciones de lucha libre de empresas como TNA y ECW, y se ha declarado fan de este deporte espectáculo, hasta ahora no se sabe si esto fue planeado por gente de AAA, por el mismo Billy o por MTV Latino, lo que queda claro es que nadie lo esperaba.

El gran final de la noche llegó con Zero, en la cual no se equivocaron, simplemente editaron, para así dejar el escenario del MTV worldstage, no sin antes dar una muestra de cómo es la interacción de esta nueva alineación: Billy arroja la plumilla en tono de broma a Mike Byrne el cuál dio un golpe de más a la batería.

Y así Smashing Pumpkins complació a algunos, dejó con ganas de más a otros, y sigue demostrando que las guitarras, una batería poderosa y la precisa ejecución del bajo aun pueden crear poder, furia y sentimiento.

20 de agosto de 2010

Daturah


“Instrumental ambient noiserock since 2003”, ese es el párrafo que explica la existencia de Daturah en su cuenta de Twitter, las palabras quedan cortas.

Tal vez su nombre no suene tanto en el mundo del post rock, alguna vez buscando en Limewire bandas del género encontré su pieza llamada Shoal, que tan solo era un fragmento de la misma canción más compleja, contenida en su grandioso EP homónimo.

Daturah se ha mantenido ocupado tocando en pequeños clubes en Europa y su natal Alemania, cimbrando el ambiente tanto de festivales open air como los sentidos de aquellos curiosos que los observan moverse en un espacio reducido.

Ambientes complejos y devastadores, con un sonido ya muy identificable, como el buen post debe ser: escuchar una canción y saber de qué banda se trata.

El día de hoy no se trata de ver, solo de escuchar.


17 de agosto de 2010

Warpaint: bella oscuridad


Tengo meses con Warpaint en la cabeza, no ha sido cuestión de días. Elephant sonó en el día final de mi banda, como ringtone, en cada viaje a los últimos ensayos. El video y la figura de Theresa Wayman dominando la escena, su voz como la guía que me faltaba: in the dark we are waiting for you.

Y es ese toque oscuro lo que atrae de esta banda, chicas normales que descubren tesoros en flea markets y que tocan amablemente sus Fender Jaguar, que no creen en el rimel y los accesorios.

Meses después y con una actuación en Lollapalooza (siempre lo confundo con Coachella) vale la pena que se hable de ellas, y en espera de otro disco quedan nuestras esperanzas. Que esas voces con trémolo sigan sonando desgarradoras como el coro de Elephants, que sigan pisando escenarios, y que un día de estos nos visiten.

Por lo pronto busquen su EP homónimo con su proveedor de .rar favorito.


7 de julio de 2010

Wacken, sucursal del infierno

Existe una constante interesante en el festival Wacken: las playeras negras. Sin el glamour de Glastonbury, sin la cobertura de Lollapallooza, sin el apartheid de Coachella, aquí no hay divisiones, solo un color y una palabra: metal.

Doom, speed, trash, death, medieval, en todas sus vertientes, cabello largo, salchichas y cerveza, los campamentos que parecen campos de refugiados, las tiendas que venden playeras de casi cada grupo de metal existente, el headbanging, Wacken es un festival olvidado por los medios, apenas se pueden ver escenas en el documental Metal: a headbanger´s journey, un documento fundamental para comprender el género.

El cartel de este año da la oportunidad de ver bandas de gran calibre como Iron Maiden, o el esperado regreso de Alice Cooper, la expectativa por ver a Anvil (otro documental recomendable: Anvil, The story of Anvil, y el relato de la vida de esta banda que nunca llegó a las grandes ligas del metal). Slayer también tiene espacio en este festival, Cannibal corpse y su complejo mecanismo sónico, la ya legendaria banda Immortal, los viejos conocidos de Soulfly (aunque se extraña a Sepultura), y el poder de Arch Enemy.

Claro que me gustaría ir un día a Wacken, y llevar esa playera de Brujería que casi no me pongo.

7 de junio de 2010

¡Pixies en México!





Después de años de súplicas y de pensar que jamás pasaría, la noticia se confirma.
La legendaria banda que marcó a toda una generación en los 90's visita nuestro país.
Pixies, se presentará en el Teatro Metropólitan el 17 de Octubre de este año.
La preventa Banamex será los días 14 y 15 de Junio, para que alisten sus carteras y tarjetas.

Para más información, click aquí

Vía @ocesamx

31 de mayo de 2010

I'm completely amazed, Paul McCartney en México


Por: Aida Lara

Por fin llegó el día 27 de mayo, el cual meses antes fue anunciado y esperado con mucha expectativa por miles de personas. Para algunos, era la primera vez que verían a uno de los 4 grandes que cambiaron la historia de la música como la conocemos hoy en día, para otros, era reencontrarse con aquella mágica experiencia vivida años antes, tal vez un par de veces. Una de las mejores experiencias según yo, fue ver a muchos niños, los cuales, en un futuro podrán decir orgullosamente: “mi primer concierto fue Sir Paul McCartney”.

En particular, mi lugar durante el primer día estaba rodeado de señores con cabello y barba ya un poco blancos, pero no podía faltar el toque rockero del atuendo, un chaleco, una gorra, lo que fuera que les hiciera regresar a aquellos años en los que esa música los hacía cantar y tal vez, aprender a tocar un instrumento e iniciar una banda con los amigos.

Ambas noches el setlist comenzó con Venus and Mars, para continuar con Jet, en la cual Sir Paul nos mostró que aún está lleno de energía. Pero sinceramente el 90% de las personas que estaban en el Foro Sol ese par de noches sólo iban a una cosa, ¿cuál? Escuchar éxitos de The Beatles. Y es así cono inició con All My Loving en la cual el público cantó y bailó con una gran sonrisa en el rostro, mientras en la pantalla detrás de la banda, se proyectaban imágenes del cuarteto de Liverpool.

Un par de canciones más le tomó a Paul cambiar el bajo Hofner para ir a sentarse frente al piano y comenzar a tocar The Long and Winding Road, el sentimiento al escucharla era inexplicable, entre alegría, nostalgia e impresión de lo que se estaba viviendo. De repente voltea al público para decirnos “Esta canción, se la escribí a Linda, pero esta noche quiero dedicarla a todos los enamorados” al escuchar el nombre de la ya desaparecida Linda McCartney, todos sabíamos que se refería a My Love, una de las canciones más emotivas de la noche sin duda alguna, ya que como sabemos, ella fue su más grande amor en la vida.

Momento relajado de la noche, Blackbird, guitarra acústica, escenario a oscuras, sólo un par de luces y una luna falsa que iba bajando sobre el escenario, la cual fue opacada por la real durante el primer concierto, comentario de mi acompañante “Hasta la luna salió a ver a Sir Paul”. Al terminar, Sir Paul comenta que la canción con la que continuaría la noche, se la había escrito a su gran amigo John Lennon, la gente se emociona y comienza a gritar sin detenerse “John, John, John” la canción fue Here Today, llena de buenos sentimientos y recuerdos hacia Lennon, en lo personal, no podía dejar de pensar que mientras le componía eso, Lennon le había escrito How do You Sleep llena de rencor e ira hacia Paul, en fin, sólo pude sonreír mientras pensaba todo eso y disfrutaba la noche.

Dance Tonight del gran disco Memory Almost Full y Mrs. Vandebilt de Wings, lamentablemente solo sirvieron para ser las que daban paso al gran momento de la noche, en el cual tomó un ukulele e inmediatamente supimos que seguiría el pequeño homenaje de la noche a George Harrison, así fue, comenzó a tocar Something, la gente soltó un gran grito de emoción el cual duró pocos segundos, ya que todos comenzaron a cantar con mucho sentimiento, en la pantalla aparecían imágenes de distintas etapas de la vida del ya fallecido Harrison. Por lo que he podido comentar con varias personas que asistieron, fue su momento favorito ¿y por qué no decirlo?, también el mío.

La lista de éxitos “beatle” continúo hit tras hit, pudimos escuchar y bailar Ob-La-Di, Ob-La-Da, Back in the U.S.S.R., Paperback Writer, pero todo cambió la cara de los asistentes, cuando comenzaron a sonar los primeros acordes en guitarra de A Day in The Life, seguidos del piano que simplemente daba escalofríos al escucharla y comenzar a cantarla, la canción no sonó completa, ya que casi al final era cortada para iniciar con el coro del que quizá sea el himno de los 70s, Give Peace a Chance, muchos levantábamos nuestras manos con la señal de “amor y paz” algunos ni si quiera habíamos nacido en ese tiempo, pero quién no ha visto el video en el cual John está con Yoko en la cama, frente a los medios, cantando esa canción, tal vez canción sin sentido en la mayoría de su letra, pero cómo resistirse y cómo negar lo obvio, lo que cualquier ser humano con un poco de amor en su corazón desea GIVE PEACE A CHANCE.

En ese punto de la noche uno podría pensar que ya casi estamos listos, completos y felices para irnos en paz, lo cual no era así, y menos se podía pensar eso al escuchar las primeras notas de Let it Be, la cual soltó lágrimas de más de una docena de los que estaban ahí. Ya estando tan emotivos, decide comenzar a tocar Live and Let Die y sí, muchos (que no asistieron al concierto) han criticado que el espectáculo de Sir Paul no tiene tecnología impresionante, luces, pantallas raras etc, ¿pero para qué necesitas eso?, cuando tienes canciones como ésta en la cual con tanto que transmites y un par de fuegos artificiales, ¡puedes lograr algo impresionante y satisfacer a tus fans!.

Hey Jude comenzó a sonar, la gente se entregó por completo, cantando y llorando como nunca, ahora podemos tachar de nuestra lista de cosas qué hacer en la vida el “cantar completo Hey Jude con todos los Naanaranaranana”. Alguien comentó que al escuchar esa canción en vivo, tu vida cambia, ese alguien no se equivoca. Al terminar la canción, agradecieron y desaparecieron del escenario.

Regresa del encore para tocar Day Tripper, la gente salta de sus asientos y comienza a bailar y a cantar, continúa con Lady Madonna y remata con Get Back, en el primer concierto un letrero del público decía “Let me dance with you” Sir Paul le preguntó a la chica/señora/señorita que lo portaba si quería hacerlo, se lo permitió y bailó con él durante toda la canción, ¡qué envidia la verdad!. Nuevamente se despide, agradece para regresar con el que sería el último bloque de canciones de la noche.

Regresa al escenario, le dan su guitarra acústica y comienza a tocar Yesterday, momento relajado, tranquilo para que al terminar preguntara “Do you want to keep rockin’?” todos respondemos sí, y de qué manera! Helter Skelter (para todos los que dicen que The Beatles eran ñoños y que Sir Paul no podía rockear duro, escúchenla) la energía del momento fue increíble, todos “rockeábamos” mientras gritábamos y veíamos a un Sir Paul entero, después de casi 3 horas de concierto. Sabíamos que el final se acercaba, y era así, por última vez nos agradecía el estar ahí, haciendo hincapié en que somos la mejor audiencia del planeta, agradece a la gente que está detrás de su show, a su banda y comienza a sonar Sgt. Peppers Lonely Hearts Club Band Reprise seguida de The End “and in the end, the love you take is equal to the love you make” muy cierto, una gran frase sin duda alguna.

Así fue como terminó lo que para muchos, ha sido el mejor concierto al que han asistido, gracias Sir Paul, por traernos de vuelta aquellas grandes canciones que jamás escucharemos con los cuatro integrantes de la mejor banda de todos los tiempos. Gracias por recordarnos que aparte de celulares, antes se usaban los encendedores para amenizar y hacer hermoso el espectáculo durante un concierto. Gracias por haber regresado a México. Ésta, queridos lectores fue la experiencia de una gran fan del cuarteto de Liverpool.

A Silver Mt Zion en México


Tal vez a la mayoría no les diga nada el nombre, tal vez seamos pocos, pero muy afortunados los que estaremos ahí para presenciar un esbozo de lo que es la gloria del post rock.

Tal vez no sean mainstream ni haya comerciales inundando los medios anunciandolos, noticias como este emocionan a una pequeña pero entusiasta comunidad que disfruta de los ambientes musicales que parecen bruma, que se disipan, que aparecen derrepente y se quedan en la memoria para siempre.

A Silver Mt Zion, 30 de septiembre, lugar por confirmar



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