12 de marzo de 2009

Radiohead en México, la primera vez, segun cuentan...



Por: Fraktal

Cuenta la leyenda que aun existe una pared con el anuncio de la presentación de Radiohead pintado en una barda en Ojo de agua, por los rumbos de Tecamac en el Estado de México, que ha quedado intacta como recuerdo de aquella lejana visita, pero no hay fotografías que lo avalen, y menos, en mi caso, un testimonio presencial. Hay quienes afirman que esa barda fue profanada por algún pintor de propaganda política, eliminando todo vestigio de la banda en aquel lugar poniendo un apellido en letras negras con el logotipo de algún partido, promoviendo el voto por nada.

Radiohead fue a tocar a un pequeño escenario en aquel lugar, donde los pocos, pero afortunados que los vieron, no paraban de pedir Creep. Aunque los forasteros incluso estrenaron High and dry y tocaron piezas del EP My iron lung. Pero a quién le importaba si al final tocaron Creep, dicen que 2 veces ante la insistencia del público. Que fue esa sed de la gente por “la canción de moda” lo que hizo que Thom Yorke colapsara de cierta forma, que la catarsis sentimental que el planteaba en esa canción era errónea, y que sus sentimientos se habían convertido en un producto que la gente exigía como un desahogo, como si fuera una droga sintética barata de efecto inmediato.

Y que al otro día armaron un partido de futbol en el parque, y que “el inglés del ojo malo” jugaba muy bien y que también visitaron Pachuca, Guadalajara, y el D.F., pisando el escenario de aquel lugar que ahora ocupa una unidad habitacional por rumbos del Centro, antes llamado La Diabla.

Otra leyenda cuenta que en esa mini gira por México, y estando en Guanajuato en pleno festival Cervantino, una discusión al calor de las copas en la terraza de un hotel fue tan grave que se planteó el fin de la banda, y que nunca han vuelto a pasar por semejante cosa. Se dice que fueron asaltados, que a la vagoneta que los transportaba se le ponchó una llanta, que les cayó mal la comida, puras fatalidades.

Hay otro mito urbano que afirma que en una noche de farra terminaron en un table dance, donde una chica los reconoció y decidió bailar Creep en su honor, o lo que es lo mismo desnudarse al compás de aquella canción que Thom Yorke jamás imaginó para tal situación. Ahí otra depresión del sensible Thom, la desilusión por ver que tomaban en cuenta su arte para musicalizar algo tan burdo como un desnudo parcial, cuando el componiendo y cantando aquella canción daba a entender otra cosa, muy personal, muy suya, y que a la larga se convertiría en pieza esencial de una generación, pero eso aun Thom no lo tenía en cuenta.

Años, giras, obras maestras después Radiohead viene a terminar con esa absurda mentira que decía que jamás volverían, que su ignominia hacia México se reflejaba en lo tanto que habían sufrido en nuestro territorio, que esta era tierra maldita para esta banda, y que pocos habían sido los afortunados por verlos en aquella visita, y que se jactarían de eso toda su vida, presumiéndolo cual celebridad radial efímera y odiosa hasta la fecha. Esas ahora son suposiciones que se rompen, cosas que no importan, como lo que pueda hacer esa minúscula y desairada figurilla de plástico musical llamada Miley Cyrus, y lo que podría hacerle a esta legendaria banda diciendo estupideces. Ahora la espera es menor, faltan días, y sobretodo muchas letras testimoniales de lo que sucederá el 15 y 16 de marzo.

Y los mitos así se quedarán.

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