7 de agosto de 2009

La nueva industria musical, ¿es broma?

Es un hecho que la piratería está acabando con la industria musical, como la economía colapsada y el internet poco a poco matan la industria editorial, y el efecto invernadero a los ecosistemas. El mundo se acaba, y no por una profecía, nosotros terminamos con los recursos, como un virus diría el Agente Smith en The Matrix.

La facilidad con la que se descarga una canción, lo práctico que resulta convertirla de formato y meter 100 canciones en un disco donde antes cabían 12, los nuevos aparatos emisores de música digital, portátiles y desechables, los excesos de las celebridades musicales y sus Bentleys y producciones de millones de dólares que musical e históricamente no aportan nada, todos son culpables de la decadencia de la industria. Desde aquel que baja un archivo rar que contiene un disco que saldrá en 3 meses, hasta aquellos productores que maquilan estrellas desechables, tendencias, cantantes de reality shows, intérpretes que no saben distinguir entre un Sol y un Re.

La lucha por la supervivencia, en todos ámbitos, provoca que todos tratemos de sobrevivir, soportando atrasos de pago en el trabajo, pretendiendo ganar más dinero “freelanceando”, y en el caso de las disqueras tomar medidas tales como luchar contra la piratería (muy valido), promover la venta de discos baratos (raramente), y ahora, cobrar regalías por poner las canciones de sus artistas.

Según entiendo el negocio de la música, cuando uno compra un disco lo puede escuchar las veces que quiera, porque el costo de maquila, distribución y demás ya está pagado. Ahora la genial idea de la SOMEXFON es cobrar a establecimientos, e incluso transportes, por poner música. En su website pueden revisar detalles y tarifas

http://www.somexfon.com/

(Ah si, y el "talentoso" Yahir de la academia te explica en un video cómo regularizarte).

¿Se imaginan al microbusero yendo a pagar su cuota mensual a esta sociedad por haber puesto 30 veces el mismo reagetón, o al restaurante cobrando un “impuesto por música”, o al antro cerrando a las 12 de la noche, porque ya no pueden pagar más canciones para poner?.

Si me lo preguntan, esta medida resulta ridícula. Las disqueras, por medidas como esta, son las que cavaron su propia tumba como negocio, por su avaricia, por su apoyo a ciertos géneros más que a otros, y por exagerar los precios de un disco. La misma industria que prefiere invertir en cosas hechas para vender en masa que propuestas que podrían vender en cierto mercado, sin dejar la calidad a un lado. El pop de siempre contra el rock independiente, por poner un ejemplo, de un lado el derroche, el status y el poco talento, y por otro la experimentación, la naturalidad, y el camino de la independencia, porque a veces no hay otro camino.

Así es que a mi también vengan a cobrarme, como sea, la buena música siempre encontrará el modo de llegar a la gente, dejando el dinero, el afán de poder y la avaricia de un lado.

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