14 de abril de 2008

Coca Cola Zero Fest (Segunda parte)

Por Irving

"Todo lo tienes, completamente..."

No sé cuantas veces escuchamos esa frase los últimos dos años, a lo lejos se escuchaban los acordes finales de la última interpretación de Chetes (ya lo perdimos, pero será tema de otro post).

Cuando logramos ingresar se encontraba Ely Guerra en el escenario rojo, no sé que decir de ella, sólo me pregunto: si la señorita no fuera tan bella físicamente, si no hubiera mostrado su seno en otro festival, si no hubiera tenido idilios amorosos con los intérpretes de las agrupaciones Molotov y Kinky respectivamente, si no la colocaran a hacer duetos en producción masiva (medio malos algunos) y no tuviera una o dos canciones “buenas”... ¿realmente nos interesaría su trabajo como músico?

Así que nos dirigimos al escenario negro, la presentación de Austin Tv estaba próxima, que decir de estos muchachos, ya son todos unos profesionales y aunque ya es cliché, no está de más recordarlo: lo lograron solos, sin disqueras, ni promotoras, de hecho tengo entendido que apenas llevan un par de años -de los ya bastantes que tiene como banda- con la colaboración de un manager.

Un show conciso, bien planeado, un buen sonido (después de la segunda canción), con toda su parafernalia flaminlipesca, la gente se congregó en masa a verlos y ya no necesitan que los animen para que se entreguen como público, una banda que es como se supone todas deberían de ser, pero seguro pasarán años para que suceda otra cosa así en nuestro país...

Bright eyes, excelente una banda (bueno a decir verdad es el proyecto de Conor Oberst + músicos invitados) con un sonido campirano, sin perder el toque de alternatividad; obvio todos esperábamos This is the first day of my life que a diferencia de la versión del álbum, fue interpretada con toda la banda en conjunto, incluyendo a un excelente violinista que a todos dejó satisfechos.

The Faint
dio una buena presentación, aunque ya en pleno 2008, su sonido electroclashero no suena tan actual en 2005, cuando se presentaron en México por primera vez. A Belanova no le fue tan mal como se auguraba, que si bien no tuvieron la mayor afluencia, el público “rockero” se comportó y pudieron llevar a acabo su presentación sin contratiempos, mientras Kinky se llevaba la mayor cantidad de publico con su ya consabido “rock para que bailen las chicas”.

Y comenzaban las cartas fuertes del festival, la mejor y más grata sorpresa -en la muy personal y humilde opinión de este, su colaborador de confianza-, se presentó al atardecer en el escenario rojo, My morning jacket, un rock muy al estilo de Band of horses y Wilco con una fuerte influencia de country y música del sur de Estados Unidos, pero con ese toque de distorsión e improvisación propia de los años setentas, gran banda, con una excelente interpretación en vivo.

My Morning Jacket por Mel (mas fotos del festival aquí)

My chemical romance comenzó a tocar alrededor de las siete de la noche en el escenario negro, con bastantes fallas en el sonido, pero no por eso dejaron de mostrarse como una buena banda sobre el escenario (independientemente de su estilo hoy tan de moda y tan odiado), tocaron hits de su anterior producción que los lanzo a la fama como I’m not okay y bastantes temas de su última producción, el seudo-conceptual The Black Parade (¿me pregunto si sus fans están conscientes de que el 90% de sus canciones son solo cantos de porristas con diferentes acordes y letras depresivas?).

Y por fin lo que todos esperábamos, los primeros en hacer su aparición en el escenario rojo fueron The Mars Volta y desde que comenzaron a sonar los primeros acordes de Roulette Dares se metieron al público en el bolsillo, esta vez a diferencia de sus anteriores presentaciones en nuestro país tocaron temas como tal (se que suena ilógico pero recordemos que es The Mars Volta), Viscera Eyes, algunos incluídos en su más reciente álbum como Wax Simulacra y Goliath, para cerrar con Drunkship of Lanterns, tema de su primer álbum.




¡¿Qué decir de su presentación?! Simplemente genial, una gran banda, unos grandes músicos que tocan lo que quieren y eso se refleja, mención aparte merece Thomas Pridgen nuevo baterista de la agrupación, que sin lugar a dudas debe ser de los mejores bateristas en este momento, contundencia, rapidez y una banda como Mars Volta donde poder hacer crecer su creatividad, es lo que muestra este gran baterista.

Por último los estelares de la noche, el motivo por el que seguramente la mayoría de nosotros estaba ahí, lo que hizo que soportaramos el frio y la lluvia (intermitente y a veces molesta, pero tolerable), los mismísimos Smashing Pumpkins (reseñados por Fraktal).


En términos de logística el festival estuvo bastante bien, dos escenarios dispuestos muy cerca entre si (sin caminatas de 20 minutos entre uno y otro), pero sin que el sonido de uno interfiriera con el otro, un par de minutos para acceder a baños o para que te entregaran tu cerveza, sin problemas para ingresar o salir, aunque creo que los que llegaron en auto no opinan igual. Se nota la mano de una trasnacional como Coca-Cola detrás de esto, que sabemos, su intención final será hacernos consumir algo, pero ¡¿a quién diablos le importa si puedes tener estas bandas en tu ciudad por un precio bastante aceptable?!




The Smashing Pumpkins por Irving, aquí

2 comentarios:

Anónimo dijo...

esta vez mars volta se rifo bien duro, mas que en los anteriores festivales a los que habia venido

maría dijo...

"Cuando logramos ingresar se encontraba Ely Guerra en el escenario rojo, no sé que decir de ella, sólo me pregunto: si la señorita no fuera tan bella físicamente, si no hubiera mostrado su seno en otro festival, si no hubiera tenido idilios amorosos con los intérpretes de las agrupaciones Molotov y Kinky respectivamente, si no la colocaran a hacer duetos en producción masiva (medio malos algunos) y no tuviera una o dos canciones “buenas”... ¿realmente nos interesaría su trabajo como músico?"


no.
por eso no la ví.
lo que me interesa de ely es su novio.
qué bonita reseña, congrats.